8/13/2013

La palabra

Hoy queremos hablar un poco sobre el valor de la palabra, el compromiso y la ética, a continuación les presentamos un texto de uno de nuestros colaboradores y amigos. 



Pregúntese el lector cuándo fue la última vez que escuchó que se empeñaba una palabra. Esa acción suena tan extraña actualmente, que se podría confundir como una costumbre perdida entre la polvareda de los siglos. 

El comercio primitivo, mucho antes de la súper-tecnología, necesitaba negociadores de confianza para así evitar contar, una a una, sesenta docenas de ovejas, en medio del fuerte sol del desierto o el frío de los polos y en pleno acto de venta; o medir codo a codo cada una de las parcelas para sembrío que se compraban en una tierra lejana, de otra lengua. 

La confianza era igual de valorada como el dinero; así ha sido antes y así es ahora. Así queremos que siga siendo.

Los procesos actuales nos facilitan el asegurarnos que se nos está vendiendo la calidad que deseamos. Es decir, que se nos está diciendo la verdad cuando de intercambiar, comprar o vender bienes y servicios.

En la Carpa de la Luna entendemos que la honestidad y la ética no son cosa del pasado ni ha sido reemplazado por el más avanzado artefacto tecnológico. Son valores que se los debe seguir sembrando infinitamente. Para enlazarnos no de una manera fría y abstracta, sino humana y cálida.


No concebimos crecer y no seguir practicando esos valores, aunque sea en medio de una polvareda confusa que puede llegar a ser nuestros actuales tiempos, donde nos ha tocado vivirlos, pelearlos, y también disfrutarlos.

Eduardo Romero Andrade

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Contáctenos aquí: